Se necesitaron 57 semitrailers para transportar el escenario y los equipos, del que se encargaron más de más de 700 técnicos. Hay 550m² de pantallas, 450 m² de superficie mapeada y 25.000 vatios de sonido, sin mencionar un espectacular escenario de 80 metros de ancho que se extiende 50 metros sobre el terreno, y una cascada con efectos especiales de última tecnología.
Grabado en ambas fechas por el día, la noche y bajo la lluvia, el escenario cobra vida gradualmente, convirtiéndose en una ciudad futurista, con un innovador sistema de cámaras que toma primeros planos del escenario y el público, mientras una Spidercam recorre el estadio entero ofreciendo vistas espectaculares. Black City Concerts – una epopeya de 150 minutos que incluye menús interactivos y un nuevo vídeo “Making of” – inmortaliza los dos conciertos que marcaron la culminación de una gira de más de 80 fechas, a la que asistieron más de 800.000 personas en total.
“Con los fans que tenemos y lo que pasó cuando tocamos por primera vez en un estadio en 2010, bueno, sí, puedes dar conciertos de estadio increíblemente poderosos y emocionantes. Estén en el campo, en el fondo o en el frente, cerca o lejos, todo el mundo en el estadio comparte la experiencia,” explica Nicola Sirkis.
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